lunes, 7 de diciembre de 2009

elegía a la FLIA

hay dias donde todo lo aprendido se borra y me desoriento entre la metropolis, tanto ruido y ansiedad de tanta gente y ese sacralizar de los momentos cuando me siento como en un viaje permanente y floto entre la insolación de un domingo temprano y entre las calles tangueriles de carteles que ya pasaron y ventanas con trapos que una vez fueron cortinas y la poesía fluia entre amigos de la bebida y palabras sucias y olor a maría con infaltable perro durmiendo debajo de uno de los puestos de los mil colores y los mil cuentos mientras unas chicas vendian pan casero sentadas a lo indio con bambula psicodelica y sonreían con el bebé con cresta en los brazos de su madre vestida de parches y la señora larva gritaba en jolgorio entre las aulas y otros contemplaban asombrados las máquinas mientras los de correpi hablaban de 5.000 muertes por gatillo facil y el policía en la esquina miraba con su rostro imperturvable y se recitaba y se compartía y no había abajo arriba y que mejor lugar para hacer una feria del libro independiente que en una grafica recuperada! no en exposiciones de agasajo eventual y obligado o entre carneros premiados en poleas. y vuelvo otra vez con mi mirada encendida a las casas chatas a los terrenos amplios y a los rostros secos de mi bondi sureño, pero desde esta periferia han venido mis versos.