martes, 31 de agosto de 2010

Los hijos del alba




Los hijos del alba
Empiezan su marcha,
Parecen fantasmas
Volviendo a sus casas.

Los hijos del alba
Con la noche a cuestas,
Miran aún las luces
Sobre las dormidas puertas

Los hijos del alba,
Llenos de escarcha,
Entre niebla elevada
Quiebran su garganta.

Los hijos del alba,
Con su tos mañanera,
Esperan sonámbulos,
Morir en su catrera.

Los hijos del alba,
Entre ladrones y borrachos,
Entre jóvenes y malandras,
Entre obreros y drogados.

Los hijos del alba
Esperan en el andén,
Sus ojos parpadean
Queriendo ya no ver.

Los hijos del alba,
Miran extraviados
Al horizonte espeso,
Entre amarillos y anaranjados.

Los hijos del alba,
Con titilantes ojos
Que imitan a un ave
En su aleteo caprichoso.

Los hijos del alba,
Entre sabios y locos,
Caminan sin diferencias
Por las calles del reojo.

Los hijos del alba,
Dormidos, exhaustos,
Entre los suburbios
Deambulan desconfiados.

Los hijos del alba,
Tambaleándose, sin inercia
Rondan tropezándose
Aún con sombras chinescas.

Los hijos del alba,
Víctimas del día,
Observan con molestia,
El absurdo y la risa.

Los hijos del alba,
Aún muertos de frío,
Se hacen una bola,
De calambre y hastío.

Los hijos del alba,
Entre viejos y linyeras,
Entre la enfermedad,
Los diarieros y la jerga.

Los hijos del alba,
Sagaces, suicidas,
Con olor a tabaco y vino,
Van cruzando la vía.

Los hijos del alba,
Entre sol, luz, tren,
Rutina, frío, desencanto,
Se vuelven alba también.

1 comentario:

Patricia Angulo dijo...

Impecable fotografía de los hijos del alba que están perdidos en las calles. Me pregunto si para ellos hubiera un futuro diferente a este presente, si seguirían siendo hijos del alba?

Muy bueno!
Besos.