martes, 7 de septiembre de 2010

Los errores del gigante soberbio




Ya el gigante bosteza
pero nunca pega un ojo,
siempre atento, persecuta,
pendiente del semáforo en rojo,
y se abre más allá
la canilla de autos
y se cierra con el verde
para el otro lado,
y el gigante sonámbulo
se estrella entre las mil luces,
son mil ojos de pavo real,
en su gran espina dorsal,
pestañeando
y la noche brilla en lo alto
y aquí abajo,
sólo es ruidos
y mañana otro día
sin saber si vivo
y el gigante
siempre atento,
entre una casa que raja la tierra
y un pendejo
que rasga su basura.

El gigante estornudó
Choques, atropellos,
brillos en las zanjas,
vidrieras
De primavera.
Salpicó mi sombra,
En calle medio-céntrica
Y se limpió con un pequeño
Cachorro en medio
de la avenida.

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