jueves, 30 de septiembre de 2010

Un sueño:





Era de noche, y los niños ya se acostaban en las bolsas de basura, oscuras y en montones, amontonados en unos paredones.
Se acostaron, cada uno en el lugar que eligió o pudo llegar, pero luego, al más castigado, cargado y débil, quisieron hacerle una broma y le dijeron que querían saber si su bolsa, en donde estaba acostado, tenía a un muerto dentro, por lo larga y ancha.
Y el niño muy asustado pero sin salir del descanso, dijo:
_ ¡Abrila, abrila!
Y entonces uno de los niños con una navaja, rasgó un costado de la bolsa de consorcio negro. Éste dijo unas palabras entredientes, el otro, el asustado, quiso mirar entre ese tajo, pero fue empujado e impulsado por la bolsa, y los niños que lo tiraron, y la bolsa estaba sobre el niño asustado, éste sintió al muerto dentro, sintió al cadáver, alrededor solo vio oscuridad, sombra y negra bolsa. El niño pensó además, entre el pánico, que quién sería, por qué estaba allí, encima de él, en esa bolsa oscura.
Y el niño murió de horror, murió de pánico.
Los niños escaparon, volaron de allí, entre la oscuridad, y uno de ellos, el de la navaja, pensó, cómo pudo ese cobarde morirse, si adentro solo había unas botellas de plástico, algunas bolsas de alimento y unos cuantos tergopoles.

No hay comentarios: